viernes, 6 de noviembre de 2009

Promoción 51: visita a los 4ª grados


Promoción 1951 el día de su visita
Richie Bloch, Denny Salmang, Silvia Wertheim, Ricardo Caro, Pedro Marx, Mariana Behrendt, Normie Pickholz, Claudio Lichtenstein, Inés Wertheim, Tommy Löwenbeag, Inés Lichtenfels, Elena Herz, Edith Mayer


Ojalá se hayan sentido en su casa.

El lunes 5 de octubre próximo pasado tuvimos una de las experiencias más inolvidables. No estamos exagerando y somos conscientes de que compartimos muchísimas experiencias emotivas en estos años de trabajo. Un grupo de amigos, de ex compañeros del primario, un grupo de ex­-alumnos Pestalozzi, vino a visitarnos.

Ninguna de nosotras conocía cómo habían sido de pequeños pero pudimos darnos cuenta al descubrir sus miradas de niños. Miradas que se iluminaban cuando hablaban de juegos, experiencias, aprendizajes, historias de vidas y contextos socio políticos comunes…

Por un lado era como estar frente al grupo de grado que encontramos año tras año al comienzo del ciclo lectivo: con la alegría del reencuentro, con muchas historias que recordar. Pero, por otro lado, descubrimos que una mirada bastaba para entenderse entre ellos. Para dar un detalle más de aquellas personas que fueron y que siguen siendo tras las canas, de alguna arruga, de los lentes, del cambio de peinado y de las cosas propias de la vida.

Como buenos pestalozzianos, se mostraron muy flexibles frente a los cambios- esperábamos a 4 ó 5 egresados y recibimos a ¡14! Debimos hacer modificaciones y ellos se acomodaron con rapidez y muy buena disposición en sillas, pupitres y escritorios.

Se los veía alegres y dispuestos a conocer el Pestalozzi 2009 y a zambullirse en lo que la charla les produjera en sus recuerdos y emociones.

Obviamente, después de tantos años, cambiaban opiniones y versiones acerca de lo que se les preguntaba y argumentaban a favor o en contra de las afirmaciones del otro y hasta con los típicos chistes entre chicos que convivieron tantos años, tantas horas en la escuela.

El tiempo pasó rápidamente, como pasaron también los años que transcurrieron desde que se despidieron como alumnos de 7° grado. Nos quedaron, como es de imaginar, muchas cosas por conversar.

Como sucede en las familias y en los pueblos que tienen el deseo de seguir creciendo sin perder el rumbo, aprovechamos este momento para valorar a aquellos que estuvieron antes como pilares fundamentales para lograr dicha meta con éxito. Para aprender de ellos y con ellos. Para poder seguir soñando y defendiendo el valor de la educación en libertad y para la libertad; el valor de la educación en paz y para la paz. Para seguir trabajando por el valor de la niñez y de los niños que no solamente son futuros hombres de bien, sino que son personas que piensan, sienten, eligen, sufren y aman. Vimos con satisfacción cómo perdura dentro de los egresados que nos visitaron, ese niño que cada uno fue aunque hayan pasado ¡58 años!

¡Gracias, Ex­-alumnos´51! Fue un placer recibirlos y conocerlos. Y es un honor para todos nosotros ser parte de la misma familia.

1 comentario:

Gaby dijo...

(Trascribo el comentario, recibido por mail, de una de las exalumnas que nos visitó)

Muy emotiva por cierto la visita y en especial el intercambio
con los chicos de 4to grado y la charla,aunque breve, con las extraordinarias maestras.
Fue un dia memorable en mi vida.
Cariñosamente,
Silvia Wertheim

(¡Gracias, Silvia!)